EL RESPETO SE GANA NO SE COMPRA

El respeto se gana, no se compra. Así de simple. Creo que para respetar a una persona es necesario que ésta "justifique" la necesidad de que la respeten y no que sea respetada "porque sí" o porque su "condición" lo implica.

El respeto ayuda a mantener una sana convivencia entre las personas. El respeto como valor humano, de “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti“, “Respeta si quieres que te respeten”

El respeto propio, se gana, no se exige. Por lo tanto empecemos primero por respetarnos a nosotras / nosotros mismas/mismos, para así reconocer y tolerar a las otras personas.

Respeto es aceptar y comprender la forma de ser y de pensar de los demás, aunque sea diferente a la nuestra.

Respeto no es imponer, coaccionar, ni provocar intencionalmente ningún cambio en las otras personas. 

Respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aunque su forma de pensar no sea igual que la nuestra, incluso si creemos que están equivocados, porque nadie puede asegurar que nosotros somos los portadores de la verdad. Todos tienen derecho a vivir según sus ideas, y respetarles y que respeten las nuestras.

La arrogancia daña y destruye, todo lo autentico de los demás, viola todos sus derechos fundamentales. Hay personas que equivocadamente, miden el respeto mediante los factores físicos y materiales, tales como el dinero,el estatus social, la popularidad y demás................

Cuando se exige respeto, es simplemente, porque no se lo tiene. Quien es respetado no exige, sabe que se ha ganado el afecto de otra persona y no necesita demandar algo que tiene como resultado de su conducta.

DESDE UN ANTES Y UN DESPUÉS

Cuatro años y ya no es lo mismo que un año.

Más allá de donde estés y la esperanza de, te encuentras tu mi querida Ana.
El lunes 14 de mayo harán cuatro años que te fuiste. Solo quiero que sepas que sigues estando aquí conmigo, que te siento cada día.
Eres parte de mi y eso nadie me lo podrá quitar. Siempre te sigo pidiendo ayuda y consejo,  y que no me sueltes la mano nunca. 
Desde donde quiera que estés, quiero que sepas,que sigo estando, y que jamas me arrepentiré de estar, y quiero que sepas que te amo con todas mis fuerzas.
Y que te echo mucho de menos. 
Y que siguen habiendo momentos en los que deseo ese encuentro y sentir a partir de entonces que nunca te fuiste.
Y que desde ese momento, se terminaron los miedos, las angustias, los sinsabores, que solo la PAZ y el  AMOR nos complete.

DESDE UN ANTES Y UN DESPUÉS

“No hay más muerte que la ausencia de amor”

La ternura encuentra un espacio para desarrollar su extraordinario valor en los momentos de sufrimiento, triste­za, abatimiento, dolor, desesperación, desgracia o adversidad. La mano que acaricia o acompaña, la presencia firme y soli­daría ante la injusticia, la llamada o el mensaje en el que pocas palabras se convierten en un cimiento, son actos elocuentes de ternura.

Expresar el afecto, saber escuchar, hacerse cargo de las preocupaciones y problemas del otro, comprender, saber aca­riciar, saber cultivar el detalle, acompañar, estar física y aní­micamente en el momento adecuado, son actos de entrega generosa y espontánea, cargados de valor y significado, crea­dores de los grandes momentos de la Vida. 

Y es que, en el amor no hay nada pequeño.

Esperar las grandes ocasiones para expre­sar la ternura nos lleva a perder las mejores oportunidades que nos brinda lo cotidiano para hacerles saber a los que amamos cuan importantes es para nosotros su existencia, su presencia, su compañía. Es en el pequeño gesto cargado de sentido, donde se manifiesta la ternura.  El amor todo lo puede, y si cabe más aún a través de la ternura.

DESDE UN ANTES Y UN DESPUÉS

AMANDO TU VIDA

Caminamos por la vida muchas veces infelices, preocupadas/preocupados y cargadas/cargados  de problemas. Salimos de uno y enseguida se nos presenta el siguiente. En ocasiones notamos que el intervalo de una situación a otra es  cada vez más corto. Todo da la sensación de que conservar la paz es como misión imposible.  Y queremos escapar, irnos muy lejos, nos vemos en la playa, en definitiva en el lugar que sea, que nos trasmita en ese momento esa sensación de paz que "habíamos perdido".

Todo sigue igual, solo que por un momento ese cambio en nuestro foco de atención ha sido suficiente para sentirnos en paz. Simplemente hemos desconectado de aquello que nos agobia para conectarnos con algo más placentero.

Si logramos cambiar nuestro foco de atención, estemos donde estemos; si aprendemos a dominar conscientemente nuestra atención y la dirigimos intencionadamente; entonces hacemos la gran diferencia.

Cuando una emoción nos domina, es cierto que quitar de la mente lo que nos perturba se hace bastante dificultoso y lo que menos pensamos en ese momento, es en dirigir nuestra atención hacia algo más placentero. Pero si elegimos respirar profunda y lentamente, y junto con la respiración agradecer y amar nuestras emociones, estas desaparecerán más rápido, sin dejar huella.

Sé que suena algo descabellado  amar lo que sentimos cuando se trata del miedo o la rabia; pero esa es la forma de soltar los problemas y las emociones que nos invaden. Dejarlas ser, sentirlas y observarlas, respirar profundamente mientras aún nos domina su influencia y en poco tiempo podemos experimentar como las vivimos desde lejos, como si ya no se tratara de nosotras/nosotros y nos vamos desligando de ellas lentamente.

Las emociones son explosiones de energía acompañadas de emociones y manifestaciones corporales con distintas intensidades que pueden llegar a ser bastante desagradables, como el miedo y la rabia. Ellas siempre van asociadas a una historia que hemos fabricado. Observándolas con des-apego, y des-enganchándonos  de la situación, van perdiendo su intensidad rápidamente convirtiéndose en una energía ligera hasta liberarse. 

Observar tus emociones en vez de dejarte arrastrar por ellas es la mejor manera de disolver la historia que está detrás. Si tu mente está enfocada en  los conflictos, la paz será imposible para ti.

Los conflictos son pasajeros, pero nosotros hacemos que perduren al no dejarlos ir.  Podemos decidir enfocarnos en aquello que nos da paz, y dejar ir aquello que nos la quita. Cuando nos preocupamos por algo, lo que hacemos es darle fuerza, si lo aceptamos y lo soltamos, aquello cambiará para nosotras/nosotros

Las emociones siempre vienen por una historia que nosotras/nosotros mismas/mismos hemos creado que concuerda con nuestras creencias, y solo dejándolas  ir, observando sus efectos en nosotros, aceptándolos sin luchar, amándolos; se irán.

Recuerda, es una historia que te has contado, no eres tú. Solo tienes que cambiar el foco desde donde estás ubicada/ubicado frente a la historia o el conflicto; si estás dentro de ella o estas observándolo imparcialmente cuando se produce en ti la emoción.

Donde enfoco mi atención allí dirijo mis pensamientos y esa es la realidad que estoy creando.

Te invito con amor a que te adueñes de tu vida y de tu experiencia creando aquello que te mereces.

DESDE UN ANTES Y UN DESPUÉS