Criticar es sencillo. No cuesta ningún trabajo y si algo produce es una especie de adrenalina insana que se traduce en un momento placentero para quien lo hace porque de algún modo siente que en ese momento domina, controla y dirige a los demás y con ello, su credibilidad.
La sociedad completa está inmersa en un absoluto desatino de críticas.
La sociedad completa está inmersa en un absoluto desatino de críticas.
La crítica nunca es gratuita y siempre tiene consecuencias. Escupir veneno y lanzarlo contra otro ser humano es siempre perjudicial. Por otra parte, la crítica tiene un único fundamento, que es el de constituir una opinión personal que nada tiene que ver con la realidad, que siempre será subjetiva y sobre todo, absolutamente parcial.
Nada tenemos que ver con la persona, o personas que quieren dibujar a nuestra costa una "realidad" que solo tiene el objetivo de entretener los oídos de otros.
Tampoco critiquemos nosotros, no permitamos que las críticas penetren en nuestra conciencia, actuemos siempre de acuerdo con nuestro corazón sobre lo que es mejor para nosotros sin dañar a los demás, el resto sobra, porque bastante tenemos cada uno ya con nuestra propia vida y sus dificultades.
Lo mejor, es que vivamos ajenos a lo que dicen los demás. No hay mejor conducta que la de evita criticar a otros, pero también desvía las críticas que te llegan no entrando en el circo que este mundo parece haber montado para desprestigiarse entre sí.
Construyamos. Que para destruir, ya hay demasiados.
Construyamos. Que para destruir, ya hay demasiados.